Foto: Página Siete.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos emitió hoy un pronunciamiento a través del cual cuestiona el uso de la fuerza, a través de gases lacrimógenos, en contra de la población boliviana que están en las calles luego de conocerse los resultados de las elecciones generales, que están tildadas de “fraudulentas” por la paralización de la transmisión rápida de actas por parte del Órgano Electoral. Este es el comunicado de esta instancia internacional:
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Nos preocupan los informes de violencia y uso excesivo de la fuerza en Bolivia después de las elecciones del domingo pasado.
La incertidumbre en torno a los resultados ha desencadenado protestas en varias ciudades de todo el país, lo que ha resultado en enfrentamientos entre grupos opositores, y entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Tenemos informes de que la policía usa la fuerza contra los manifestantes, incluso con gases lacrimógenos, de una manera que puede violar los principios básicos sobre el uso de la fuerza.
Según la Fuerza Especial para Combatir el Delito, al menos 80 personas fueron detenidas y 19 policías resultaron heridos durante los enfrentamientos. Los datos preliminares del Ministerio del Interior indican que al menos ocho civiles han resultado heridos en el contexto de enfrentamientos.
Recordamos a las autoridades que el uso de la fuerza durante las manifestaciones solo debe aplicarse en circunstancias excepcionales, de conformidad con las normas y estándares internacionales aplicables, incluidos los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad. Todas las denuncias de mala conducta por parte de las fuerzas de seguridad o actos de violencia deben investigarse de manera rápida, exhaustiva, independiente e imparcial.
Instamos a los manifestantes a expresar sus quejas pacíficamente, sin recurrir o incitar a la violencia.
Recordamos a las autoridades su obligación de respetar los derechos de libertad de expresión y reunión pacífica, y distinguir entre actores violentos y manifestantes pacíficos.
Hacemos un llamamiento a todos los actores, incluidos los líderes políticos y sus seguidores, para que actúen con moderación a fin de reducir las tensiones y entablen con urgencia un diálogo genuino y significativo para abordar su desacuerdo político. De lo contrario, existe un grave riesgo de que la situación se salga de control.