¿Energía para quién? ¿Para qué? y ¿a qué costo? Son las interrogantes que Jennifer Chavarro, de la Asociación de afectados por el proyecto hidroeléctrico de El Quimbo de Colombia, planteó en el II Encuentro Regional de afectadas y afectados por las represas en la Amazonía, que se desarrolla en la ciudad de Rurrenabaque, en Beni.
“Las represas no sólo son eso, son la expresión del modelo económico y la expresión del modelo energético que impera hoy en América Latina (…), un modelo económico financierista, extractivista y que requiere del despojo de territorios para poder consolidarse”, reflexionó y acotó que “las represas son la mejor representación de la política desarrollista de los gobiernos de corte populista”.
Chavarro, junto a representantes de diferentes organizaciones de afectados y afectadas por las represas, intercambian desde ayer experiencias de lucha y resistencia y propuestas frente a proyectos de construcción de hidroeléctricas en la Amazonía. El evento durará hasta el domingo y en estas sesiones se analizará también el estado de situación de las comunidades indígenas afectadas y el futuro de las mismas.
Casi un centenar de indígenas y representantes de organizaciones como MAB Rondonia, Instituto Madera Vivo y COIAB de Brasil; la Asociación de afectados por el Quimbo y el Movimiento Ríos Vivos, ambos de Colombia, y la Mancomunidad de Comunidades Indígenas de los Ríos Beni, Tuichi y Quiquibey, CONTIOCAP (Resistencia Proyecto Rositas) y el Comité Defensores de la Vida Amazónica en la cuenca del Río Madera de Bolivia concurren a este Encuentro Regional, que además cuenta con la presencia de Amparo Carvajal, presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia; Roger Cortez, Jorge Molina y María Eugenia García, expertos de la UMSA, y Germán Niño del Comité Internacional FOSPA 2020.
La primera jornada de ayer concluyó con el relato de lo ocurrido en Chaparina por la defensa del territorio a cargo de Miriam Pariamo, presidenta de la Confederación de Mujeres Indígenas de Bolivia. “¿Ustedes creen compañeros y compañeras que los recientes incendios fueron casualidad? No, eso fue planificado, por eso el gobierno no lo atendió a tiempo, por eso no pidió ayuda internacional; porque este gobierno tiene otras intenciones para los bosques que existen en la Amazonía”, declaró.