By Cejis Org – 1 julio, 2019103
Arrastrando una larga y testaruda trayectoria en la defensa de los derechos humanos, el CEJIS cumple hoy 41 años de vida. No fue casual que naciera justo en un periodo tenebroso de interrupciones a la democracia y de abierta violación a los derechos fundamentales de las personas. Quizá, el contexto de este periodo forjó la naturaleza y propósito institucional, cuyos objetivos se orientaron hacia la defensa y ejercicio de los derechos humanos de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.
Desde los primeros años de vida, afianzamos un sólido compromiso con las víctimas de situaciones de violencia, exclusión y discriminación. Es por ello, que los sectores populares del campo y la ciudad, especialmente indígenas y campesinos de tierras bajas, encontraron en el CEJIS un aliado, no solo brindando un servicio técnico-jurídico con enfoque de derechos humanos, sino, un apoyo político-organizativo con quien contar para recorrer las duras sendas en el camino del reconocimiento y ejercicio de sus derechos.
Sea desde el campo de la investigación, de la proposición, de la incidencia, de la formación política o del asesoramiento técnico, en retrospectiva, los avances alcanzados son indiscutibles, hemos contribuido en más de cuatro décadas, a transformaciones estructurales que han modificado la misma cultura política de la sociedad boliviana, activando dispositivos que han resquebrajado las bases monoculturales de la institucionalidad jurídica del Estado colonial.
A pesar de ello, vivimos tiempos de difícil caracterización cuya complejidad de los fenómenos sociopolíticos desafían los marcos teóricos habituales para interpretarlos, aunque está claro que los avances alcanzados hasta el proceso constituyente (2009) se congelaron en el plano formal, cuyo resultado es una CPE pluralista que ahora se encuentra secuestrada por su propia legislación derivada; es decir, que al contrario de profundizar el carácter pluralista y comunitario del Estado, el régimen del denominado “proceso de cambio” ha encontrado los mecanismos para restaurar la vieja institucionalidad monocultural.
Lo más peligroso de este periodo tiene que ver con la inaceptable violación de la Constitución Política del Estado y de instituciones básicas y fundamentales para la convivencia democrática como son: el voto ciudadano cuya voluntad democrática fue expresada en referendo y que será desacatada por el régimen. Asimismo, el régimen -que goza de hegemonía política-, evidencia cada vez más su carácter autoritario y violento frente al creciente descontento social ante el fracaso del modelo económico basado en el extractivismo, modelo que no solo es incapaz de resolver la crisis, al contrario, la profundiza. Por otra parte, nos encontramos con un sistema judicial corrompido e instrumentalizado políticamente, que al igual que el órgano electoral, han perdido total credibilidad e imparcialidad.
Es evidente que estamos viviendo un peligroso periodo de restauración conservadora que puede tornarse cada vez más violento con los defensores de derechos humanos (líderes sociales, ONGs, activistas), en la medida que pongan en riesgo la hegemonía del régimen. No obstante, nuestro compromiso con el ejercicio de los derechos nos ubica en un uno de los bordes, desde el cual –consecuente con nuestra naturaleza- no podemos ser imparciales ni expectantes ante la violación de los derechos mencionados. Por ello, a los 41 años de vida institucional -habiendo alcanzado nuestra madurez- reafirmamos nuestro compromiso irrenunciable en la defensa y ejercicio de los derechos conquistados en todas sus dimensiones.
Hernán Ávila Montaño es director del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social
Fuente: http://www.cejis.org/un-dia-como-hoy-en-1978-nace-el-cejis/