INDICEP, 50 años haciendo de la educación una práctica de la libertad

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1 de
octubre, 2019
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En 1969 se creó el Instituto de Investigación Cultural para Educación Popular (INDICEP), una institución que trabaja con poblaciones en situación de vulnerabilidad o grupos excluidos en educación, bajo una pedagogía popular que revalorice su historia, dinamice su cultura y contribuya a la formación de ciudadanía con crecimiento y valoración personal.

No fueron 50 años fáciles, el INDICEP, en su camino de cumplir con su misión, tropezó por ejemplo con la intervención y saqueo de sus oficinas en 1981, durante el gobierno del dictador Luis García Meza. Pese ello su objetivo no se vio afectado y continuó con su labor y compromiso social con poblaciones campesinas e indígenas.

Son aproximadamente más de 54.000 beneficiarios de los diferentes proyectos que encaró el INDICEP en estos 50 años, que se enmarcan en programas de ciudadanía y derechos humanos, desarrollo rural, vivienda y hábitat.

El director del INDICEP, Hélmut Vega, explica con mayor detalle la importancia del trabajo que viene desarrollando esta institución en Cochabamba, donde despliega su accionar por una Bolivia más justa y equitativa.

¿A qué se dedica el INDICEP?

El Instituto de Investigación Cultural para Educación Popular (INDICEP) fue fundado en septiembre de 1969 y en un tiempo relativamente corto en base a una reflexión profunda de su equipo, se planteó como objetivo la creación de una nueva educación popular que deba elaborarse a partir conocimiento de los valores de poblaciones campesinas e indígenas, inicialmente, lo que le permitirá escribir su propia historia, inédita, inaudita y viable, que sea capaz de dinamizar la cultura para contribuir en la formación de ciudadanía, fomentando el crecimiento y valoración personal para elevar su autoestima mediante su método de dinamización cultural.

INDICEP fomenta una convivencia  democrática con igualdad de oportunidades para mujeres y hombres sean del área rural o urbana, en la que se respeten las culturas, se garantice el ejercicio pleno de los derechos y la participación en la construcción de un desarrollo con equidad y sin discriminación.

Su acción se estructura alrededor de 3 programas:

Ciudadanía y Derechos Humanos. A través de este programa promueve y defiende los Derechos Humanos, el ejercicio de ciudadanía y la equidad de género a través de propuestas concertadas con Organizaciones de la Sociedad Civil y Gobiernos municipales para contribuir en la consolidar  del Estado Plurinacional democrático e igualitario.

Desarrollo Rural. A través de este programa fomenta la soberanía alimentaria de familias campesinas e indígenas del área rural mediante la producción sustentable, con prácticas amigables con el medio ambiente y  uso responsable de los recursos naturales.

Vivienda y Hábitat. A través de este programa fomenta alternativas de acceso a vivienda adecuada para familias que viven en condiciones de hacinamiento o que carecen de vivienda.

¿A quiénes beneficia con su labor?

A poblaciones en situación de vulnerabilidad o grupos excluidos, principalmente beneficia a campesinos e indígenas, mujeres y jóvenes con quienes emprende procesos de empoderamiento a nivel personal valorando su identidad cultural, su orgullo y su autoestima, da un fuerte énfasis en el empoderamiento y la participación política de la mujer.

A organizaciones sociales generando capacidades socio organizativas, democracia interna, planificación, gestión y capacidades de incidencia pública.

A Gobiernos Municipales rurales o pequeños, fortaleciendo sus capacidades de planificación y gestión municipal, fomentando la implementación de sus Planes Territoriales de Desarrollo Integral con enfoque de género y cuidado del medio ambiente.

A defensores de Derechos Humanos y Organizaciones de la Sociedad Civil con quienes impulsa propuestas de incidencia pública desde la sociedad civil organizada, tomando en cuenta las diferentes realidades de las poblaciones. Promueve el uso de estándares comunes al trabajo de las OSC fomentando una cultura de transparencia, los principios de Estambul y los ODS.

¿Tiene el dato, aproximado, de cuántos beneficiarios han tenido en 50 años?

Es difícil poder precisar pero podemos afirmar que en la década de los 70 y 80 en el departamento de Oruro se beneficiaron aproximadamente 20.000 personas.

En la década de los 90 a 2000 en el norte de Potosí y sur oeste de Cochabamba, aproximadamente 16.000 personas. Y del 2000 a la fecha, aproximadamente 18.000 personas.

En 50 años de acción hemos llegado aproximadamente a 54.000 personas.

¿Cuáles han sido sus principales aportes o proyectos en todo este tiempo de vida?

La educación popular, la acción-reflexión, poner en práctica “la educación como práctica de la libertad”, basados en las teorías de Paulo Freire. La formación del ciudadano boliviano reconociendo y valorando su cultura para generar el desarrollo a partir de su propio rollo.

Las metodologías de educación popular, la dinamización cultural de INDICEP fueron usadas por el Ministerio de Educación en sus políticas nacionales. En 1969 el Ministro Mariano Baptista Gumucio inició una intensa campaña de alfabetización para lo que invitó a especialistas de renombre internacional como Ivan Ilich, Paulo Freire quienes contribuirían a discutir el modelo.

En este contexto INDICEP, que ya venía desarrollando una profunda reflexión y experimentación sobre una nueva educación orientada a la elaboración de una pedagogía popular que, a tiempo de afirmar la identidad nacional, dinamice la capacidad creadora de los bolivianos y proyecte al país en un desarrollo basado en sus propios valores.

En julio de 1971, en una acción “revolucionaria” INDICEP transfiere Radioemisora Bolivia y la Imprenta QUELQO a la Federación campesina con el compromiso de utilizarlas, estrictamente, para fines de educación de los campesinos hombres y mujeres, siendo los primeros medios de comunicación de propiedad campesina en el país.

El Programa de Alfabetización Yuyay Ja´p’ina (Aprópiate del Conocimiento) y Wiñay Wiñaypaj (Para seguir creciendo) desarrollados en el norte de Potosí y sur oeste de Cochabamba tuvieron fuerte impacto en el empoderamiento de la mujer indígena y su participación política a nivel de sus municipios.

El trabajo con la Federación departamental de regantes de Cochabamba FEDECOR representa una alianza que ha fortalecido la gobernabilidad democrática de esta Federación y de las asociaciones de regantes que la integran.

En todos los Programas y Proyectos se ha priorizado el crecimiento personal, la valoración de lo que somos como campesinos o indígenas, ciudadanos bolivianos con los mismos derechos. El empoderamiento de la mujer campesina e indígenas, acrecentando el ejercicio de ciudadanía, la seguridad jurídica de la propiedad agraria para mujeres y hombres en igualdad, la promoción y  defensa de los derechos humanos, la práctica amigable con el medio ambiente y el acceso a espacios de decisión. Muchas mujeres formadas por INDICEP, han accedido cargos de dirigentas, concejalas, asambleístas, diputadas y senadoras.

Si tuviera que destacar un caso emblemático entre toda su labor, ¿cuál sería?

La educación popular, liberadora que impulsaba INDICEP durante los regímenes dictatoriales que sufrió Bolivia en el decenio 70 y 80, tuvo como sus consecuencia, personal de INDICEP no estuvo al margen de persecuciones, tortura, encarcelamiento y exilios arbitrarios, siendo el punto más crítico la intervención y saqueo de las oficinas de INDICEP en 1981 por el gobierno del dictador García Meza.

A pesar de esto, INDICEP no claudicó, desde la clandestinidad pudo recomponerse y reorganizarse para continuar con más fuerza y compromiso social contra la exclusión de poblaciones campesinas e indígenas.

¿Cuál es su evaluación sobre el trabajo que realiza el INDICEP? ¿Hay cosas que mejorar o implementar?

En realidad siempre se puede y se debe mejorar para responder a nuevos contextos y nuevos paradigmas. Cada 5 años INDICEP hace una evaluación y autocrítica, ese momento, para la institución es una oportunidad de cuestionarse, ver con un ojo crítico lo que se ha hecho y cómo se ha hecho. Los resultados que arrojan la evaluación permite que se elabore un nuevo Plan Estratégico Institucional y actualmente este Plan está para el período 2018-2022. En este nuevo Plan hemos centrado nuestro accionar en el servicio social o de asesoramiento a personas y organizaciones sociales para mejorar sus capacidades de incidencia y gestión con autonomía.

¿Por qué cree importante el trabajo que hace el INDICEP?

Es importante, porque si bien como país vamos creciendo en términos de desarrollo, está aún en proceso el crecimiento y valoración personal del ciudadano boliviano porque aún carece de oportunidades de formación principalmente de poblaciones campesinas e indígenas. En zonas donde trabajamos la participación del Estado no alcanza a responder las demandas y necesidades de la población. Por otro lado es importante, porque en la actual coyuntura hay necesidad de reforzar la exigencia y defensa de los derechos humanos, el ejercicio pleno de ciudadanía, la libertad de expresión y el trabajo de INDICEP precisamente aporta en estos temas a través de procesos de información y socialización de leyes y políticas que den a las personas las posibilidades de pensar por ellas mismas, ser críticas y esta labor, es fundamental tener una sociedad informada, involucrada y que va construyendo una Bolivia más justa y equitativa. 

¿Qué realizarán o cómo festejarán los 50 años de la institución?

Para festejar nuestro aniversario de medio siglo hemos decidido rodearnos de todas las personas y organizaciones que nos acompañaron y nos apoyaron en esos años de trabajo (y son muchas) para realizar un pequeño acto en la ciudad de Cochabamba. El acto será sobre todo una oportunidad para agradecer estas personas y retomar fuerzas para seguir luchando a favor de una sociedad más justa.