La UMSA presenta un análisis que declara inviable la construcción del proyecto hidroeléctrico Chepete-Bala

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18 de
septiembre, 2019
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Por Rodolfo Huallpa

La Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) presentó la noche de este martes el “Análisis Integral del Proyecto Gubernamental Represas Hidroeléctricas Chepete-Bala”, que concluye que el proyecto previsto en el norte de La Paz es inviable por la factibilidad y errores en el Estudio de Identificación (EI) realizado por la empresa Geodata.

A la presentación, realizada en el monoblock de la UMSA, fueron invitados, entre otros, los integrantes de la campaña “No a las represas en la Amazonía, Sí a la Vida”. Se trata de representantes de comunidades indígenas de la Amazonía boliviana y brasileña, y también comunidades de Colombia, que rechazan la destrucción de la biodiversidad y de sus tierras a través de estos proyectos estatales.

En la presentación del Análisis, el investigador Jorge Molina de la UMSA dio a conocer que la factibilidad de la construcción del proyecto hidroeléctrico Chepete-Bala es dudosa, debido a que el EI presenta “errores”, por ejemplo, en el cálculo de sedimentos y volumen de embalse destinado a almacenamiento. Según Molina, el río Beni es el afluente que mayor cantidad de sedimentos genera en todo el país, lo cual no está tomado en cuenta en su real dimensión en el estudio de Geodata.

Además, en lo referido a impactos ambientales, el análisis de la UMSA identifica que el proyecto tiene un Área de Influencia (AI) superior a la que hace referencia el EI, pues el segundo no toma en cuenta las áreas indirectas que podrían ser afectadas por el embalse y que están aguas debajo de las represas, las cuales, incluso, alcanzarían a los municipios de San Buenaventura y Rurrenabaque.  

Pero los errores, también, se observan en la “subestimación” de los costos ambientales, la duración del cronograma de ejecución del proyecto y en el presupuesto del proyecto Chepete, éste último referido al costo de producción de energía. Según Geodata, citado por el investigador, se prevé que la venta de energía a Brasil –que es el fin de la construcción de estas hidroeléctricas– sea a 70 dólares el MWh, pero la producción “será con toda probabilidad muy superior a los 55 dólares el MWh”. Con datos de 2016 que hacen referencia al ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, quien declaró que el precio medio de la energía en Brasil entre 2006 y 2016 era de 52 dólares el MWh y que la energía de las represas Jirau y San Antonio se vendía a 40 dólares el MWh, Molina aseguró que la proyección de 70 dólares, como prevé el EI, “haría inviable la venta de energía a Brasil”.

Asimismo, el análisis de la UMSA identificó que el EI tiene un “fuerte sesgo” hacia favorecer los indicadores financieros y económicos del proyecto. Además, hace referencia a que la carretera que permitirá el acceso al lugar donde se pretenden construir las represas del Chepete y el Bala, que aún no está construida, retrasará el proyecto y aumentará los costos de ejecución.

Bajo estas principales observaciones y errores, entre otras dadas a conocer en la presentación del análisis de la UMSA, se concluye  que “la probabilidad de que el proyecto Chepete-Bala sea viable técnica, económica y ambientalmente es muy baja y los riesgos que conlleva son muy altos”.

Para Iremar Ferreira, del Instituto Madeira Vivo y del Foro de Cambio Climático y Justicia Social de Brasil, los datos expuestos por la UMSA son una prueba de la devastación que puede sufrir la Amazonía si los indígenas no son conscientes y si no se informan sobre los riesgos que provocarán las represas.

“Todo el cambio climático es producto de estos proyectos malos que gobiernos y empresas están haciendo sin tomar en cuenta los proyectos de vida de nuestros pueblos que viven en esos lugares. Solo son proyectos mercadológicos, mercantilismos y neoextractivistas. Nuestra lucha es por nuestra casa común, nuestra lucha es por una ecología integral”, expresó Ferreira, indígena de Brasil que integra la campaña “No a las represas en la Amazonía, Sí a la Vida” y que ayer se hizo presente en la presentación del análisis de la UMSA, con pancartas y cuadros en los que pedía a la audiencia defender a la Amazonía.

Junto a Ferreira arribaron a la ciudad de La Paz representantes de la Mancomunidad de Comunidades Ríos Beni, Tuichi y Quiquibey, de la Organización Comunal de Mujeres de la Amazonía, del Comité Defensor de la Vida Amazónica en la Cuenca del Río Madera, de la Comunidad Palmeras de la provincia Abel Iturralde de La Paz y de la Central Agraria del Río Beni. Todos con una misma causa, promover la defensa de sus territorios y elevar el grito “No a las represas en la Amazonía, Sí a la vida”, que se escuchó en la presentación de este análisis en la UMSA.

El rector de esta casa de estudios superiores, Waldo Albarracín, afirmó que a través de este estudio, la UMSA toma una “posición sólida y liberada de cualquier presión” para defender el medio ambiente, ante el “ecocidio” que pretende cometer el Gobierno en la Amazonía “por intereses económicos, lucrativos y de enriquecimiento ilícito”.

Precisó que el documento es fruto de un trabajo minucioso elaborado por una comisión interdisciplinaria conformada en la UMSA.

Alex Villca, portavoz de la Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas, recibió el análisis de manos de Albarracín, y declaró que el documento es la prueba fehaciente de que si el Gobierno pretende construir las megarepresas del Chepete y El Bala, ello se “constituirá en un delito de lesa humanidad”.