Luis y su hija Mariel, dos sobrevivientes de la discriminación educativa en Bolivia

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25 de
febrero, 2024
—Por Periódico digital Sumando Voces
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Derechos Humanos | 25 de febrero, 2024 | Yenny Escalante


Para Luis Alberto Jiménez y su hija, Mariel Silvana Jiménez, la vida nunca fue fácil. Ella nació con discapacidad físico motora, una condición que le afecta a su cuerpo, mas no a su cerebro, sin embargo, durante sus años de estudio fue víctima de constante discriminación, principalmente de algunos directores de colegios. Sorteando todas las trabas, Mariel logró estudiar y salir bachiller.

“Tengo discapacidad física motora, tengo 29 años. Faltan políticas (públicas) en todo ámbito para todas las personas con discapacidad física motora severa”, refiere Mariel.

Cuando ingresó a quinto de secundaria, su aula asignada estaba en el tercer piso, lo que le dificultaba por completo llegar hasta allí, ya que usa una silla de ruedas. Tras la negativa del director del colegio para el cambio a la planta baja, obviando la normativa en favor de las personas con discapacidad, Luis acudió al Ministerio de Educación y a la Dirección Distrital. Tras mucha insistencia, se logró el cambio, pero sólo al primer piso, es decir, aún tenía la dificultad de las gradas.

Una semana más tarde, los estudiantes se revelaron y Mariel tuvo que volver al tercer piso, donde había menos control. “Incluso hubo peleas (entre los estudiantes), entonces, me llamó el director y me dijo que yo iba a ser el culpable si había alguna agresión entre los alumnos del curso de mi hija”, refiere Luis.

Frente a esa advertencia, tomó otra postura: “Yo no quise hacerme responsable de eso y le indiqué al director: ‘no se preocupe, que (mi hija) vuelva al tercer piso. Yo, a manera de hacer ejercicios voy a hacer el esfuerzo de subirla”, acotó.

El padre todos los días debía ayudar a su hija a subir las gradas hasta el tercer piso, pero también debía volverla a bajar para que vaya al baño, que quedaba en la planta baja. Luego debía volverla a subir tras los recesos, y una vez más, bajarla a la hora de la salida.

Así pasó un año. Luis acompañó y apoyó a su hija durante todo ese tiempo. Y, en la siguiente gestión hubo un cambio en la dirección. La nueva directora quiso ubicar el aula de sexto de secundaria en la planta baja, sin embargo, los estudiantes y sus padres se opusieron, llegando incluso a declarar a Luis, mediante un voto resolutivo, como “persona no grata”.

Ninguna instancia pública pudo efectivizar el cumplimiento de la normativa en favor de las personas con discapacidad. Sumado a ello, Mariel tuvo que vivir un aislamiento de parte de sus compañeros, quienes no le dirigían la palabra y se alejaban de ella por esa causa.

Esa no fue la única experiencia negativa, pues cuando era una niña, tras ser derivada de una escuela especial a otra de educación regular, la directora no quiso inscribirla argumentando que los otros niños podrían asustarse. No obstante, Mariel nunca tuvo ataques.

Luis rememora que incluso hubo docentes que no comprendían la situación y esperaban que los resultados académicos de Mariel sean los mismos que los de los demás estudiantes. Sin embargo, ella tiene dificultad para escribir rápido.

Entonces, el padre pidió a su hija que retenga en su cabeza todo el conocimiento brindado por los maestros y así rendiría de forma positiva en los exámenes. Y así fue, por lo que logró graduarse como bachiller.

“Tenemos bastantes leyes para las personas con discapacidad, pero las mismas autoridades no hacen cumplir. Incluso yo he acudido al Defensor del Pueblo (…) pero ni aún así ha logrado hacer ceder al director. También he ido a Derechos Humanos, pero lamentablemente no hacen cumplir las leyes. Actualmente, la falta de conciencia e información es lo que está provocando la discriminación y no hay una total inclusión social”, enfatizó.

La discriminación no solo impacta negativamente en el desarrollo educativo de Mariel y de otras personas con discapacidad, sino que también refleja una brecha en la comprensión y aceptación de la diversidad.

Aquí puedes ver el programa completo:

 

FUENTE
"Luis y su hija Mariel, dos sobrevivientes de la discriminación educativa en Bolivia"
—Texto e imágenes: Periódico digital Sumando Voces